Se quedó dormida soñando que el jinete la subía a la grupa del caballo, y paseaban lentamente por esa pradera, se aferraba a su cintura apoyando la cabeza en su espalda, sintiendo su respiración...
Se despertó con la sensación de que lo soñado había sido tan real, pero choco de frente a su realidad, no estaba en la grupa del caballo, ni paseando por la pradera, seguía en su sillón, en su ciudad...
Se incorporo con tanto dolor en el cuerpo que no creyó que podría llegar a la cama, lo hizo no sin gran esfuerzo, se deslizo sobre ella y dejo que su cuerpo maltrecho cogiera postura para volver a los brazos de Morfeo.
Cuando abrió los ojos la noche había echo acto de presencia, se incorporo y se fue hacia la cocina, abrió la nevera que estaba medio vacía, cogió un cartón de leche, lleno un vaso y lo calentó, se hizo con unas cuantas galletas, que mojadas en la leche eran más fáciles de ingerir.
Cuando termino volvió a la cama, puso la alarma y cerro los ojos de nuevo, sabiendo que en sus sueños encontraría la paz que tanto buscaba